union española, una opinión desde andes

GUSTAVO

Fue uno de esos partidos inolvidables para los fanáticos de Unión Española, más que por lo que significa el ganarle a uno de los grandes del fútbol chileno, por el momento en que se da la victoria y los jugadores que se presentaron en cancha.
Debo reconocer que yo ya había por olvidado este campeonato, pero no por un tema de cuerpo técnico, sino porque simplemente me parecía que ante el hospital que es hoy en día nuestra Unión, sus suplentes no daban el ancho para poder ser un verdadero refuerzo a la altura de los lesionados.
Sin embargo nuestro "coto" en su último partido de suplencia en la banca, nos mostró el futuro de Unión, mostró que a pesar de no resultar las contrataciones, hay gente de las canteras que puede dar que hablar y que, por medio de un buen trabajo, pueden desarrollar su gran potencial.
Me refiero precisamente a Nicolás Altamirano y a Camilo Aretxabala, ya que si bien no fueron figuras deslumbrantes, cumplieron de gran manera con su labor. El primero marcando con firmeza recuperando balones y con una enorme tranquilidad distribuyendo en el medio campo y complementando el ataque.
Por su parte Camilo mostró un gran primer tiempo, desbordando con gran velocidad y agilidad, siendo un gran partícipe del juego ofensivo mostrado por Unión en todo el primer tiempo que incluso fue superior antes de la expulsión del portero de Católica.
Estos dos muchachos junto con el buen rendimiento demostrado por Marcos Hidalgo en su ingreso al minuto 75, hacen ver que por lo menos Unión tiene un buen recambio generacional. Es de esperar que el nuevo cuerpo técnico encabezado por Rubén Israel sepa aprovechar a estos muchachos, que por lo menos para mí, demostraron ser mucho más que lo que extrañamente han rendido las recientes incorporaciones de nuestra Unión.

Asimismo esta fecha será inolvidable por la forma en que se le ganó a Católica y de sobremanera por el GOLAZO DE GUSTAVO a cuatro minutos del final y su celebración recorriendo toda la hinchada de la Católica, dando una especie de declaración de guerra en la que les decimos ESTAMOS ACÁ Y OTRA VEZ VAMOS PARA CAMPEONAR.

ESTAMOS VIVOS CAMARADAS